Explicar la situación política en Honduras necesitaría de cientos de entradas en este blog, así que trataré de hacer un resumen en sólo unas líneas apto para principiantes en el tema, como yo lo era cuando llegué a este país. Por aquel entonces, la única referencia que tenía era el golpe de estado que en 2009 acabó -se decía- con el presidente Manuel 'Mel' Zelaya saliendo de su casa en pijama y pantuflas rodeado de militares, y que consiguió colocar Honduras en las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo.
Se dice, se comenta, que Mel quería hacer una consulta para modificar la Constitución con el objetivo de quedarse de por vida en el poder. Algo así como un Hugo Chávez catracho. Asi que parte del país se revolucionó, y el hombre tuvo que salir por patas, primero a Costa Rica, después a refugio en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, y finalmente exiliado en la República Dominicana, donde ha vivido desde entonces en una mansión de ensueño con su familia en calidad de 'huésped distinguido'.
Me cuentan quienes lo vivieron que aquellos días posteriores al golpe fueron muy intensos y llenos de incertidumbre. Se creó un gobierno de facto y se decretó toque de queda, por el que no se podía circular por la calle a partir de media tarde. Hubo detenciones, asesinatos y todo tipo de violaciones de derechos humanos durante aquellos días en los que el país permaneció en una especie de limbo a la espera de saber qué ocurría con su futuro.
Lo peor es que desde entonces, la población de Honduras ha vivido partida en dos, con una grieta cada vez mas grande y que separa a quienes se consideran 'golpistas' y 'golpeados' (detractores y seguidores de Zelaya). De nada sirvió la convocatoria de elecciones que dieron por ganador al actual presidente, Porfirio 'Pepe' Lobo, del Partido Nacional (opositor del Partido Liberal de Mel).
Y no nos engañemos, tampoco es que Zelaya fuera un presidente ejemplar (se le acusa de delitos de corrupción por haberse apropiado, supuestamente, de más de dos millones de euros durante su mandato), pero lo cierto es que el modo salvaje en que fue retirado del poder en pleno siglo XXI le convirtió en una especie de mártir para muchos que hoy le defienden a capa y espada.
Y así han pasado los meses, pero el odio y el rencor siguen presentes. Desde mi llegada, no ha habido una semana en la que no se haya celebrado alguna manifestación en las calles. A veces parecía que el motivo era lo de menos: por evitar la privatización de la educación, por la subida del precio del carburante... Lo cierto es que muchas veces se acababan convirtiendo en batallas campales entre seguidores de uno y otro bando. Y entre muchas reivindicaciones, los seguidores de Zelaya decían que hasta que su presidente no pudiera volver a Honduras, la grieta en el país seguiría creciendo cada vez más.
Bueno, pues... resulta que ese día llegó. La Corte Suprema anuló los juicios pendientes contra Mel (increíble...). Al Gobierno, también, le interesaba que Zelaya pudiera volver. Por un lado, por intentar mostrar una aparente normalidad política de cara al exterior tras tantos meses convulsos, y por otro, para poder reingresar en la Organización de Estados Américanos que tantos privilegios (y económicos) le suponen.
Así pues, sin miedo a que le metieran en chirona, Mel regresó a Tegucigalpa el pasado día 28. Aunque había algunas voces que apuntaban a que podría haber incidentes a su llegada al aeropuerto, lo cierto es que su recibimiento fue una auténtica fiesta para los miles de seguidores que le esperaban. Vítores, gritos, banderas y mucha emoción en un día inolvidable para Honduras. Mel no dejó muy claro cuál sería su futuro -político, o no- a partir de ahora, pero eso era lo de menos. La gente lloraba de emoción por escribir una página histórica para el país y que se consideró como un símbolo para iniciar, de una vez por todas, la llamada y esperada "reconciliación nacional".
Ojalá sea así, porque en un país considerado como el segundo más pobre de América Latina, con funcionarios y polícias corruptos por todos lados, y en el que cada día muere un niño de forma violenta, lo que hace falta es que su población sea capaz de olvidar diferencias para ponerse de acuerdo en los temas que de verdad importan y que puedan sacar del hoyo en que se encuentran un país tan bello y con tantas posibilidades como éste. Tiempo al tiempo. De momento, aquí van algunas fotos de esa esperada llegada de Mel al aeropuerto de Tegucigalpa:
Hola Marcos,
ResponderEliminarA ver cuando actualizas el blog!!!
Anónimo, tengo unos cuantos posts ya escritos pero sin publicar, sorry! En breve lo pongo un poquito más al día, cierto...
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